RIPOLL VILA, Francisco
Tàrbena / La Marina Baixa
Vecino de Tárbena. El 21-XII-1943 el alcalde, J. Miguel Soliveres, le denunció al Gobernador Civil por su actitud ante la religión: “elemento destacado de izquierdas, que durante el período rojo lanzó denuestos contra las personas de orden y abogó por el triunfo de los rojos”, ha observado desde la Liberación una conducta “indeseable en todos los conceptos”. Destaca “descaradamente como ateo”, hace públicas manifestaciones contra la Iglesia, prohibió a su hija hace unos meses que fuera a la escuela porque allí “sólo van a rezar, cosa que no sirve para nada y los maestros la obligaban a ir a misa los domingos, lo que no le venía a él bien”. Y el pasado domingo, hallándose en la plaza con varios vecinos, “al alzar a Dios, todos se descubrieron y al hacérselo notar, hizo un gesto de burla y no se descubrió”. La alcaldía le ha amonestado en varias ocasiones, sin éxito. “Se halla en buena posición y sería conveniente para mantener el espíritu de justicia y los respectos de autoridad, patria y religión se le castigase severamente para ejemplo del vecindario” (Fuente: AHPA. Legajo 1302).