Francisco Moreno Sáez
Localidad perteneciente a la comarca de la Vega Baja del Segura, que tenía 2.869 habitantes en 1930 y 3.202 en 1940. En la segunda década del siglo XX, como en muchas localidades de la comarca, existía en Redován un Sindicato Agrícola Católico. Hasta bien entrados los años treinta no hubo una organización política y sindical obrera. Según un informe a la Conferencia Comarcal del PCE, en enero de 1938 existían los siguientes militantes y partidos y sindicatos en la localidad: PCE (133 hombres y 7 mujeres), IR (130 militantes), PSOE (20), JSU (35), UGT (553), CNT (30) y FAI (2). Era, pues, un municipio de predominio comunista pues, además de los arriba citados, tenía más de cien militantes en los frentes. El Radio pertenecía a la comarcal de Orihuela y había organizado el el SRI, con 400 miembros, pero no se había podido montar la Agrupación de Mujeres Antifascistas por la actitud de los hombres, cuya falta de preparación política les llevaba a considerar que el sitio de la mujer era exclusivamente la cocina. Existían además una sección de la Federación Provincial Campesina, que había montado una colectividad y una cooperativa, y otra colectividad agrícola impulsada por la CNT.
Según la Causa General, quince vecinos fueron víctimas de la violencia republicana, asesinados entre octubre y diciembre de 1936. Especialmente sangrienta fue la represión desatada en la noche del 2-XII-1936 en la que murieron ocho vecinos y una vecina, lo que -como asegura Miguel Ors- “permite pensar en una selección previa y en un buen número de ejecutores”. Después de la guerra, un Consejo de guerra celebrado en Orihuela el 5-IX-1939 juzgó nada menos que a treinta y un vecinos por estos hechos y condenó a muerte a dieciocho, aunque a varios de ellos -que se ocuparon de la detención y vigilancia de los que luego fueron asesinados- se les conmutó la pena por la de 30 años de reclusión mayor.
Además, la Causa General citaba la destrucción de imágenes y objetos de culto y de la propia torre de la Iglesia, en agosto de 1936, algunos malos tratos y palizas, la incautación de fincas rústicas y urbanas, y la requisa de cosechas, animales y enseres. No hubo vecinos considerados desafectos.
Los represaliados por el franquismo, en su mayoría jornaleros agrícolas, fueron acusados de los delitos citados en la Causa General, como hemos visto, de haber desempeñado cargos directivos en el Ayuntamiento, la Junta de Incautaciones, el Comité del Frente Popular, el Comité de Orden Público y las Colectividades Agrarias, haber sido milicianos o haber marchado voluntarios al frente -alcanzando alguna graduación-, etc. Doce vecinos fueron fusilados -aunque el Tribunal propuso que a dos de ellos se les aplicase garrote vil- y dieciséis, también condenados a muerte, vieron conmutada su condena por la de 30 años de reclusión mayor, que se aplicó asimismo a otros cinco. La mayoría de esas condenas estaban relacionadas, como se ha dicho, con las muertes de diciembre de 1936 y afectaron a quienes participaron en ellas, en las detenciones, vigilancia o conducción de las víctimas -uno de los chóferes denunció lo ocurrido y por ello se le aplicó la eximente de “miedo insuperable” y fue condenado apenas a un año de prisión. Muy revelador de la severidad de la represión es el caso de Antonio Marco Ibáñez, que fue condenado a 30 años de reclusión mayor aunque la sentencia reconocía que, cuando formaba parte como vocal en representación de la JSU, del Comité del Frente Popular se opuso en todo momento a las "proposiciones criminales de sus compañeros"" y en diciembre de 1939, cuando se produjeron los asesinatos, no se encontraba en el pueblo.
Estuvieron presos en cárceles de la provincia -Orihuela, Alicante, Elche, Novelda-, en Carabanchel, San Miguel de los Reyes (Valencia), Toledo, Santiago, Hellín, en los penales de Burgos, El Dueso, Formentera y Ocaña, y en los Batallones de Soldados Trabajadores de Talavera y Añover del Tajo. A veinte vecinos de le aplicó la Ley de Responsabilidades Políticas, aunque solo a uno se le impuso una sanción económica. Manuel Cartagena Ballesta fue asesinado en el campo de concentración nazi de Gusen, en 1941.
Cuatro mujeres fueron represaliadas; una maestra fue castigada con traslado forzoso dentro de la provincia, y a dos de ellas, las acusaciones vertidas en la Causa General fueron muy rebajadas y matizadas después. En 1945, siete vecinos fueron detenidos y dos de ellos condenados a un año de prisión, acusados de pertenecer a Unión Nacional y al PCE. Miguel Medina fue juzgado en dos Consejos de guerra -por hechos muy similares- y condenado primero a 12 años y 1 día y luego a 20 años por auxilio a la rebelión. Finalmente, un vecino de Redován, Manuel Martínez Fuentes murió en abril de 1945 cuando, según el informe del alcalde, se suicidó arrojándose a un pozo mientras profería “graves insultos para Falange”.
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