Natural de Melilla y vecino de Alcoi. Militar, de 28 años. Sargento. Ingresó en el Reformatorio de Alicante el 16-V-1939. El 8 de mayo de 1939 le denunció José Sanz Llopis, agente del Servicio de Información de la Policía Militar, que le acusó de haber sido testigo de cargo contra militares del Regimiento, que sus declaraciones contribuyeron a su fusilamiento y de que en la noche del asalto al cuartel arengó a los soldados para que acabasen con los fascistas. Baeza fue preso, y enviado al Reformatorio de Alicante. Poco después recordó en el juicio que durante la guerra había sido condenado a treinta años de internamiento por un tribunal militar republicano, acusado de “abandono de posición” en el frente de Teruel, por lo que, como castigo, fue enviado al Batallón Disciplinario n.º 13 para trabajar en el arreglo de carreteras y pistas en Villar del Arzobispo, y que cuando supo que las tropas franquistas habían entrado en Alcoi, marchó a presentarse inmediatamente. De nada sirvió su alegación. El 25 de mayo el denunciante se ratificó en sus acusaciones añadiendo que Baeza era de “ideas marxistas” antes de la guerra, que había marchado voluntario al frente de Espejo y que había alcanzado el grado de capitán y sabía “por referencias” que había ascendido a comandante. Baeza sólo admitió haber sido testigo de cargo en el juicio contra los militares sublevados, pero sólo dijo que el capitán Timoteo Domínguez formó la compañía, el 19 de julio de 1936, para declarar el estado de guerra en Alcoi, a la vez que recordó su internamiento en un batallón disciplinario republicano. Un Consejo de guerra celebrado en Alicante el 25-VIII-1939 le condenó a la pena de muerte por adhesión a la rebelión y fue fusilado el 15-XI-1939 en Alicante, en cuyo cementerio está enterrado. Se le aplicó la LRP (Fuente: Miguel Ors – AHPA. Legajo 9297 – AGHD. Sumario 765. Caja 15802/5).