Teresa Ballester Artigues
Francisco Moreno Sáez
Localidad perteneciente a la comarca de La Marina Alta, que tenía 4.710 habitantes en 1930 y 4.658 en 1940. El dominio de los caciques fue incontestado hasta bien entrada la República: buena prueba de ello es que, al repetirse las elecciones de abril de 1931, en mayo de ese mismo año, fueron elegidas las mismas personas que lo habían sido ya, antes como monárquicos, después como afiliados a la Derecha Liberal Republicana. La Agrupación Socialista se creó en agosto de 1931 y el número de sus militantes osciló entre los 33, en 1933, y los 52, en 1938. El sindicato mayoritario era la UGT, cuyas secciones estaban alojadas en el Casa del Pueblo. El PCE se creó antes de la guerra y fue sede de la organización comarcal hasta 1937, en que pasó a Dénia: organizó una sección de la Federación Provincial Campesina. En cuanto a la CNT, se constituyó en la localidad una vez iniciada la contienda. Otras organizaciones existentes en Pedreguer fueron el PRRS, que dio paso luego a IR, el Partido Sindicalista y las JJSS y la JSU. La corporación municipal, que en 1936 componían miembros de IR y PSOE, dejó paso a un Consejo Municipal, en que también entraron representantes de IR, CNT y UGT. Durante la guerra, CNT y UGT colectivizaron varias fincas rústicas, los transportes y la industria de la madera.
Según la Causa General, tres vecinos -dos de ellos calificados en la propia Causa General de "simpatizantes del fascismo"- fueron asesinados entre agosto y noviembre de 1936: el notario Augusto Villalonga -que después de la guerra sería investigado por el TRMyC- y dos sacerdotes, Salvador Ferrándiz y Vicente Ballester. La mayoría de esas muertes -como las de aquellos cuyos cadáveres fueron encontrados en el término municipal de Pedreguer- se atribuyeron a quienes, en Dénia, en Valencia o en El Verger, conformaban las llamadas "pepas", grupos de milicianos incontrolados que se desplazaban en coche a diversas localidades para cometer sus fechorías. Además, y según la Causa General, en agosto de 1936 fue asaltada la iglesia -que utilizaron luego como almacén de abastos- y quemadas las imágenes; en noviembre, fueron incautadas algunas casas -entre ellas la de Villalonga, que había sido objeto de un atentado en julio, como otras fincas urbanas- para albergar a refugiados e instalar las sedes de algunos partidos políticos. Quince vecinos fueron considerados desafectos1.
La mayoría de los represaliados por el franquismo trabajaban en la agricultura, pero encontramos también a muchos que lo hacían en el sector de servicios -barbero, carpintero, albañil, chófer, camarero, oficinista, panadero, zapatero, etc-. Además de lo que citaba la Causa General, fueron acusados, sobre todo, de haber desempeñado cargos en los partidos y sindicatos afines al Frente Popular, en el Consejo Municipal, en el Comité Revolucionario, en la Colectividad Agrícola, el Comité de Enlace, etc; de haber participado en incautaciones, requisas, detenciones o exigencias de dinero; haber sido testigos de cargo, milicianos o haber marchado voluntarios al frente, alcanzando alguna graduación; haber exaltado y hecho propaganda d la causa roja.
Seis vecinos fueron condenados a muerte y ejecutados, entre ellos un alcalde de la localidad y un dirigente del PCE, acusados de haber intervenido de forma directa o indirecta en algún asesinato. Otros tres fueron condenados, por adhesión a la rebelión, a 30 años de reclusión mayor; el resto lo fue por auxilio a la rebelión, salvo uno que lo fue por excitación a la rebelión: en estos casos, la penas más frecuentes fueron las de 12 años y 1 día de reclusión menor y los 6 años y 1 día de prisión mayor. Hay que tener en cuenta que no conocemos las sentencias contra unos treinta procesados.
Estuvieron preventivamente presos o cumplieron condena en las escuelas habilitadas para cárcel en Pedreguer, o en las cárceles de Dénia, Portaceli, Alcira, Alcoi, Gandía, Monóvar, Elche, Orihuela y el Reformatorio de Alicante, en la provincia; Yeserías, en Madrid; San Miguel de los Reyes, en Valencia; el penal de Ocaña; el campo de concentración de Miranda de Ebro, etc. Y otros fueron enviados a Batallones de Soldados Trabajadores en Huesca, San Roque o Sanlúcar de Barrameda.
La Ley de Responsabilidades Políticas se aplicó a más de cincuenta vecinos, aunque solamente a diez de ellos se les sancionó con alguna multa -que, posiblemente, no pagarían en la mayoría de los casos, por insuficiencia económica-. Un vecino, José Carrió Marsal, fue deportado a los campos de exterminio nazis y fue asesinado en Gusen, en 1941. Varios maestros y maestras fueron sancionados y encarcelados, casi siempre por su actividad política. Únicamente cuatro mujeres -dos de ellas, maestras- fueron represaliadas y algunos exiliados fueron regresando, temporalmente, ya en los años cincuenta. Finalmente, tres vecinos fueron investigados en 1947 por pertenencia a AFARE, asociación ilícita o tratar de organizar la CNT-FAI.
(1). Para una visión mucho más detallada de esta etapa histórica, véase BALLESTER ARTIGUES, Teresa, La segona República a Pedreguer (1931-1939). Ajuntament de Pedreguer. 1994.