Hondón de los Frailes - El Vinalopó Mitjà

Francisco Moreno Sáez

Localidad perteneciente a la comarca del Vinalopó Media, que tenía 876 habitantes en 1930 y 736 en 1940. Durante la guerra se denominó Hondón Libre. Dedicada a la agricultura de secano, en 1920 trabajan la tierra 500 hombres y 200 mujeres. Existían tres organizaciones de jornaleros agrícolas, una Sociedad de Trabajadores de la Tierra, afecta a UGT, un Sindicato de Campesinos afecto a la CNT y una Cooperativa impulsada por la Federación Provincial Campesina. Además, algunos vecinos pertenecían al PCE, cuyo Radio dependía de la comarcal de Novelda.

No hubo víctimas mortales de la represión republicana, un vecino fue considerado desafecto y se produjo el incendio y destrucción de la Iglesia Parroquial y de sus imágenes y objetos de culto. Según un informe de la guardia civil, fechado en 1940, "durante el periodo marxista no hubo más incidentes que la destrucción de la Iglesia y limitadas detenciones de personas de derechas, que prontamente fueron puestas en libertad sin que volvieran a ser molestados. En ocasión de que unos milicianos fueron a Hondón de los Frailes con el propósito de llevarse detenido al actual alcalde, el anterior se opuso de manera violenta, evitando con su gesto un posible asesinato"".

No conocemos más que dos sentencias -una a veinte años de cárcel, otra de seis- de los vecinos procesados y al menos diez de ellos fueron encarcelados en Novelda en septiembre de 190 y quedaron en prisión atenuada en julio de 1941. Fueron acusados de la citada destrucción de imágenes sagradas, haber desempeñado algún cargo en los Comités y el Ayuntamiento, haber sido milicianos o haber participado en requisas -que no son citadas en la Causa General-. Casi todos estuvieron encarcelados en Novelda y el Reformatorio de Alicante, y dos fueron enviados a trabajar en Dos Hermanas y Valencia. No hubo ninguna mujer represaliada, la Ley de Responsabilidades Políticas solo se aplicó a un vecino.

El jefe local de Falange denunció al alcalde de la localidad porque, en septiembre de 1939, llamó a siete detenidos que regresaban del campo de concentración de Monóvar y les dijo que tenían que entregarle 200 pesetas cada uno, bajo la amenaza de reintegrarles al citado campo; el alcalde justificaba esta exacción con el argumento de que ""los desperfectos causados durante el periodo rojo, muy particularmente en la Iglesia, sean reparados por los causantes y sus afines, a cuyo fin cobra a todos y cada uno de ellos la cantidad de 200 pesetas, que deposita en la persona del cura”. Hubo cruce de acusaciones entre ambas autoridades que, según la guardia civil, no se llevaban bien en absoluto.

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Lista de represaliados: 28