Francisco Moreno Sáez
Localidad agrícola de la comarca del Vinalopó Mitjá, que tenía 2.232 habitantes en 1930 y 1.824 en 1940. En Hondón de las Nieves había cierta tradición societaria, pues ya en 1904 existía una Sociedad de Socorros Mutuos llamada “La Amistad”. Sabemos también de la existencia de un Sindicato Católico en 1918, con un centenar de afiliados. Sin embargo, el impulso de organización de los trabajadores, agrícolas en su inmensa mayoría, procedió de Elche, bastión socialista, pues miembros de la Juventud Socialista de esa localidad comenzaron a hacer actos de propaganda para organizar a esos trabajadores ya en 1914, de modo que en 1916 se pudo crear la Sociedad de Obreros Agrícolas “La Constancia”, que entre 1919 y 1923 protagonizó ya varios conflictos sociales en demanda de aumento de salario y para protestar por la contratación de jornaleros forasteros mientras entre ellos había muchos parados. En 1920 existían la Sociedad Obrera de Socorros Mutuos “La Amistad” y la Sociedad “Progreso Femenino”, controlada por los socialistas. Hubo asimismo alguna huelga en la industria alpargatera, por motivos salariales.
Esa Sociedad, afecta a la UGT y cercana al PSOE, tenía unos doscientos veinte militantes en 1920 y mantendría la hegemonía en el movimiento obrero local durante la Dictadura de Primo de Rivera -época en que fue clausurada durante algún tiempo-, la República y la guerra civil, en la que controlaba el Comité Revolucionario local y se transformó en una Colectividad de Trabajadores de la Tierra. Precisamente su presidente, Mariano Mira Botella, fue el primer alcalde republicano. En 1919 se creó la Agrupación Socialista, con unos catorce afiliados, y en 1929 se abrió la Casa del Pueblo. En 1933 tenia 35 afiliados, pero poco después apenas quedaban 12, al darse de baja otros muchos por no poder pagar la cuota, pues estaban en paro1. Ya en los años treinta, se fundaron en Hondón las organizaciones locales de partidos como el PCE -que dependía de la comarcal de Novelda- e IR, así como la CNT, las Juventudes Libertarias y la JSU.
Durante la guerra un vecino de la localidad fue asesinado en el frente de Aragón y esa muerte se atribuyó a una persona que se había exiliado a Francia -aunque otra con sus mismos nombre y apellidos fue condenada apenas a seis meses de cárcel-. Fueron saqueadas la iglesia de la localidad y la ermita de la partida de La Canalosa, cuyos objetos de culto e imágenes fueron destruidas. Además, en julio y agosto de 1936 fueron requisados aperos de labranza, productos agrícolas y muebles en fincas rústicas y domicilios particulares de una quincena de vecinos. Muchas personas de derechas fueron encarceladas en tres locales habilitados para cárcel, vigilados por milicianos, veintiséis de los cuales fueron condenados por sus amenazas a los presos. Finalmente, doce vecinos fueron considerados desafectos a la República.
En la postguerra fueron condenados a muerte y ejecutados ocho vecinos -a otros dos se les conmutó esa pena por la de 30 años de reclusión mayor-. La mayoría fueron condenados en un Consejo de guerra celebrado en Alicante en octubre de 1940, que juzgó a dieciséis vecinos: fueron acusados de haber detenido en La Canalosa a una persona a la que no conocían y que entregaron al Frente Popular de Hondón; herido al tratar de huir, fue trasladado en un coche -cuyo chófer debió denunció los hechos al terminar la guerra- a las cercanías de Crevillent, donde le dieron muerte.
Hubo varias condenados a 30 años por adhesión a la rebelión y otras, por auxilio a la rebelión, de 20, 16 y 12 años y 1 día de reclusión menor. Se les acusó de haber participado en las citadas incautaciones, exigencias de dinero y requisas, haber sido vigilantes de la cárcel, o haber desempeñado cargos en los organismos que controlaban la vida y la economía local -el Comité de Administración de Fincas Incautadas, el Comité Revolucionario de Defensa, el Frente Popular o el propio Ayuntamiento-. Cumplieron su codnena en el campo penitenciario y la cárcel de Monóvar, las prisiones de Novelda y Elche, el reformatorio de Alicante y, los condenados a penas mayores, en el Penal de El Dueso, en Santoña. Algunos fueron destinados a Batallones de Soldados Trabajadores en Talavera o Belchite, o fueron enviados a trabajar en el Pantano del Generalísimo, en Benagéber (Valencia).
La Ley de Responsabilidades Políticas se aplicó a un elevado número de vecinos de Hondón de las Nieves, en torno a los sesenta, sin que se aplicase, al parecer, ninguna sanción económica, sino penas de inhabilitación por dos o cinco años.
Por supuestos hechos delictivos posteriores al 1-IV-1939 fueron detenidos y procesados algunos vecinos, dos en el contexto de la redada contra el PCE que se produjo en 1945, dos por manifestaciones contrarias al Régimen y que fueron consideradas delito contra la seguridad del Estado -por lo que fueron condenados a dos años de prisión- y otro acusados de organización y propaganda subversiva en 1945. Un vecino fue internado en los campos de concentración nazis y liberado en 1945, otros dos regresaron temporalmente del exilio a finales de los años cuarenta. Las mujeres represaliadas fueron muy escasas y solo una, Nieves Pastor Boix, fue condenada a prisión por auxilio a la rebelión, acusada de haber pertenecido a UGT, PCE y SRI, del que fue secretaria. Recordemos finalmente el caso de José Cañizares García, condenado a pena de muerte, que le fue conmutada por la de 30 años de reclusión y que en junio de 1946 había redimido nada menos que 4.246 días de condena.
1 Sobre las luchas sociales en Hondón de las Nieves pude ver el artículo de FLORES JUAN, David, “El moviment obrer al Fondó de les Neus”, en Revista del Vinalopó, nº 5. Cecel. 2002, págs. 111-121.