Francesc Jover i Domínguez
Francisco Moreno Sáez
Localidad perteneciente a la comarca del Comtat que tenía 8.289 habitantes en 1930 y 8.108 en 1940. Aunque predominantemente agrícola, Cocentaina contaba, ya en los años treinta, con una industria bastante diversificada -papel, calzado, cerámica- que fue colectivizada, socializada o controlada durante la guerra por los sindicatos CNT y UGT, que también gestionaron colectivamente hornos, panaderías y varias masías, confisdcadas a personas desafectas.
En los primeros años del siglo XX se creó en Cocentaina un Círculo Obrero Católico, pero lentamente comenzaron a surgir organizaciones políticas y sindicales de clase. En la segunda década encontramos ya una Federación Local de Sociedades Obreras, afecta a la CNT, cuyos 140 afiliados enviaron una representación al Congreso de la Comedia de ese sindicato; una Agrupación Socialista, creada en 1910, que había propiciado, ya desde 1912, la organización sindical de papeleros, canteros y pintores, que se unieron a las sociedades de zapateros y carpinteros -que tenían en los años veinte 30 y 23 afiliados, respectivamente-. Existían también la Juventud Socialista -que llegó a tener 145 inscritos- y una Cooperativa Socialista.
Ya en la Segunda República, tras el éxito conseguido por la Conjunción Republicano Socialista en las elecciones municipales de 1931, la Agrupación Socialista contaba con una treintena de inscritos, cifra que se doblaría en 1938: uno de sus dirigentes, Luis Deltell, pasaría durante la guerra a ocupar importantes cargos en la ejecutiva provincial del PSOE, así como cargos administrativos del partido que adquirió por oposición. La CNT se convirtió en el sindicato mayoritario, protagonizó varias huelgas, en una de ellas, el 1932, la intervención de la guardia civil provocó graves heridas a un trabajador hasta el punto de amputarle una pierna. Varios de sus dirigentes fueron encarcelados y finalmente apostó por la Alianza Obrera, firmada en 1934 con los sindicatos de UGT y el PSOE; otras organizaciones anarquistas fueron las Juventudes Libertarias, la FAI y Mujeres Libres; además, existía el Partido Sindicalista. El radio local del PCE pertenecía a la comarcal de Alcoi hasta 1938, en que se convirtió en la cabecera de una nueva organización comarcal; tenía seis células y una fuerte presencia entre los obreros de la fábrica de material de guerra de La Marañosa nº 19 -muchos de ellos, forasteros- y, en menor medida, entre los campesinos que, al amparo de la Federación provincial de Campesinos, intentaron crear una Cooperativa, llamada “Pasionaria”; los comunistas también se esforzaron por incorporar a las mujeres a la vida política y sindical, mediante las asociaciones de Mujeres Antifascistas y Unión de Muchachas. En la UGT y en la JSU convivían, no sin problemas, socialistas y comunistas. En cuanto a los republicanos, su papel durante la guerra fue muy escaso1.
Según la Causa General, en la carretera de Sax, en octubre de 1936, fueron encontrados los cadáveres de once vecinos de la localidad, cuatro de ellos eran religiosos, cinco pertenecían a DRA y dos a FE y la Juventud Católica, y sus profesiones eran las de industrial, estudiante, guardia civil jubilado, campesino o empleado. Como sospechosos de haber organizado este crimen se citaba a los componentes del Comité Revolucionario, varios de los cuales habían marchado al exilio, a Orán. Además, el informe aportado por el alcalde a la Causa General atribuía a los informes elaborados por ese mismo Comité la muerte de otros ocho vecinos de derechas, producida en el frente en distintas fechas y circunstancias, aunque todas fueron consideradas por las autoridades franquistas víctimas de la violencia republicana.
Por otro lado, en dicho informe se daba cuenta de que en los primeros meses de la guerra fueron saqueados algunos domicilios particulares e incendiadas la Iglesia Arciprestal de Santa María, la Iglesia de El Salvador, el Convento de los Padres Franciscanos, las capillas de las Hermanitas de los Pobres y de las Trinitarias, y el Convento de las Clarisas, cuyos objetos de culto fueron destruidos, así como la sede del patronato del Sagrado Corazón de Jesús, por ser el Centro de la Juventud Católica. Estas afirmaciones de la Causa General ignoraban, en algunos casos, los informes emitidos por los párrocos en el verano de 1939.
Además, fueron consideradas facciosas 26 personas y en enero de 1937 comparecieron ante un Tribunal Popular de Alicante nueve vecinos de Cocentaina, en su mayoría militantes de DRA. Según Miguel Ors, cinco fueron condenados a seis años en un campo de trabajo, por excitación a la rebelión, dos a seis meses por proposición a la rebelión, y dos fueron absueltos, como otros tres vecinos que fueron juzgados en el Tribunal de Urgencia. Varios funcionarios municipales fueron destituidos.
Los represaliados en la postguerra eran, en su mayoría, obreros de distintas profesiones, agrícolas e industriales, y fueron acusados, además de los delitos señalados en la Causa General, de haber sido milicianos y haber marchado, como voluntarios o por su reemplazo, al frente, siendo un agravante haber alcanzado alguna graduación; haber desempeñado alguna responsabilidad en el Comité Revolucionario de Defensa, el Consejo Municipal, los partidos y sindicatos afectos al Frente Popular, los comités de control de las fábricas incautadas; haber intervenido en denuncias, registros, requisas y detenciones; haber hecho propaganda de la causa “marxista”, haber participado -sobre todo, mujeres- en manifestaciones varias.
Ocho vecinos fueron condenados a la pena de muerte por adhesión a la rebelión, aunque a dos se les conmutó la pena por la de 30 años de reclusión mayor, que también se aplicó a otros ocho. Del resto de las sentencias que conocemos, la mayoría fueron a veinte años y doce años y un día de reclusión menor por auxilio a la rebelión. Varios labradores fueron absueltos de la acusación de haber participado en el saqueo de la Ermita de San Rafael, por considerar el tribunal que habían actuado bajo amenazas y coacciones del alcalde pedáneo
Estuvieron presos, antes o después de la condena, en las cárceles de la provincia -el depósito municipal de Cocentaina, Alcoi, en el Sueco o en el campo Oliver, el Reformatorio de Alicante, Elche, Orihuela y Monóvar-, Valencia, Madrid -Santa Rita, Porlier, Conde de Peñalver-, Valencia, Murcia, Guadalajara, los penales de El Dueso y Formentera, etc. Otros estuvieron en los campos de concentración de San Juan de Mozarrifar o el castillo de Santa Bárbara, en Alicante, y fueron enviados a trabajar en Batallones de Soldados Trabajadores y Colonias Militarizadas en Alcalá de Henares, Dos Hermanas, Cuelgamuros, Lora del Río, en el ferrocarril Madrid-Burgos o en la reconstrucción de Lleida.
Además, a veintiséis vecinos se les aplicó la Ley de Responsabilidades Políticas y aunque el Tribunal de Represión de la Masonería y Comunismo intentó actuar contra algunos vecinos, acusados de formar parte de la Logia “Hijos de la Viuda”, no pudo hacerlo pues se trataba según la guardia civil, de personas que eran desconocidas en la localidad o habían permanecido en ella muy poco tiempo2. Muy importante fue la represión contra las mujeres, muchas de ellas por ser familiares de exiliados o huidos3: los testimonios orales nos hablan de la frecuencia con que eran peladas al cero, humilladas y vejadas. Un vecino de Cocentaina fue encarcelado en el campo nazi de Mauthausen y fue liberado en1945. Al exilio marcharon varias personas, entre ellas dos alcaldes de la localidad: en general, pasaron al sur de Francia -y estuvieron en algún campo de internamiento de las playas del Midi- y a Argelia, aunque luego algunos tuvieron que marchar a Francia o a México -caso del destacado dirigente socialista Luis Deltell-; varios salieron del puerto de Alicante en los vapores ”African Trader” y Stanbrook.
Fueron depurados varios funcionarios del Ayuntamiento y de otros cuerpos, destacando las sanciones impuestas a algunos enseñantes, sobre todo al matrimonio compuesto por Hugolino Salinas y Cándida Pérez. Por supuestos delitos posteriores a abril de 1939 fueron detenidos varios vecinos: en 1942, uno, por unas pintadas; en 1943, cinco personas por ser consideradas “peligrosos”, a pesar de no desarrollar ninguna actividad política en esos momentos; en 1945, otro, por presunta implicación en un “complot comunista”; en 1958, dos jóvenes, por su “actitud demasiado independiente” (sic) en su actuación como enlaces sindicales, con ocasión de unas “alteraciones laborales” en la fábrica de Papeleras Reunidas de El Algar4; y otros dos en 1964, acusados -junto a otros trabajadores de las fábricas de Papeleras Reunidas en la Alqueria d'Aznar- de haber recaudado dinero para unos huelguistas de Bilbao.
(1). Sobre este período, puede consultarse el libro de JOVER DOMÍNGUEZ, Francesc, República, guerra i repressió franquista a Cocentaina. Ajuntament de Cocentaina. Cocentaina, 2008.
(2). AHPA. Legajos 779, 781, 815, 936 y 977.
(3) Especialmente relevante fue el caso de la madre y esposa de Ramón Jordá Monllor, detenidas y maltratadas para averiguar dónde se escondía éste, que no fue detenido hasta 1950.
(4). Fueron sometidos a expediente de desposesión de su cargo sindical, aunque por su edad “no tienen antecedentes político-sociales” ( AHPA. Legajo 3448).